Boyas y tortugas exploran las rutas del Mediterráneo occidental

Observación

Argonautica ha seguido las trayectorias de varias boyas y tortugas en la cuenca occidental del Mediterráneo, especialmente alrededor de las Illes Balears y a lo largo de las costas españolas. Esta vez, no nos limitaremos al estudio de una trayectoria de forma individual, sino que analizaremos la dinámica de la región considerando todas las observaciones disponibles en la zona.
 

Todas ellas, boyas y tortugas, siguieron trayectorias diferentes.
Para las boyas de deriva superficial, monitorizadas por satélite a lo largo de varios días, y que fueron lanzadas desde Francia (Phébus, Pégase2019, Coris, Coris-2), se observan dos rutas distintas al inicio de sus trayectorias: dirigidas hacia el sur desde la costa o siguiendo la línea de la costa francesa y, en algunos casos, también la española.
 

A lo largo de las costas: Pégase2019 y las primeras etapas de las trayectorias de Coris y Coris-2

Pégase 2019 se lanzó en Banyuls, un puerto francés que alberga un centro de investigación oceanográfico, muy cerca de la frontera franco-española en el mar Mediterráneo.


Figura 1.- Mapa del mar Mediterráneo occidental mostrando la primera parte de las trayectorias de las boyas de deriva superficial Coris (línea blanca), Pégase 2019 (línea roja) y Coris-2 (línea amarilla), superpuestas a un mapa topográfico de la superficie oceánica promediada (correspondiente al campo de circulación promedio). Todas las boyas, en esta etapa, siguen la corriente principal algo separadas de la costa.
 

Por otro lado, Coris y Coris-2 se lanzaron el día 2 de octubre del 2018 y 20 de octubre del 2020, respectivamente, desde las costas de Niza (Francia). La ruta que siguieron a lo largo de las costas desde Niza hasta Cataluña coincide con la trayectoria de la corriente superficial permanente, denominada corriente Liguro-Provenzal o Liguro-Provenzal-Catalana (ver el mapa de las corrientes del Mediteráneo, Figura 8). Esta corriente no es muy ancha (35 km) y recorre las costas a una profundidad constante alrededor de los 250 m y a una velocidad máxima de 0.3 m/s (alrededor de 1.10 km/h). En la parte sur, esta corriente se debilita y se separa del talud, alimentando, por un lado, a la corriente Balear.

La primera parte de la ruta de Coris fue también a lo largo de la costa, derivando con las corrientes, hasta que la boya se aproximó a la plataforma continental a principios de octubre del 2018 (con vientos del este) y terminó varada en una playa cerca de Narbona (Francia). Tras su nuevo lanzamiento, se dirigió hacia el sur. Coris-2 siguió también la corriente Liguro-Provenzal-Catalana, uniéndose a la corriente Balear en la zona norte de la isla de Ibiza y dirigiéndose posteriormente hacia el este (ver el mapa de las corrientes del mar Mediterráneo, Figura 8, con atención a la ruta "secundaria o de recirculación").
Su trayectoria, cruzando el canal de Menorca, es poco usual pero es similar a la realizada por la boya ODi, lanzada por la ICTS SOCIB en la parte norte de la isla de Mallorca en mayo del 2014. Ambas boyas, Pégase 2019 y Coris-2, tuvieron un destino muy diferente.
 


Figura 2.- Mapa del mar Mediterráneo occidental mostrando las trayectorias completas de las tres boyas: Coris-2 (líneas blanca y gris clara); Coris (líneas amarilla y amarilla más oscura); Pégase 2019 (líneas roja y roja oscura).
 

Pégase2019 derivó hacia la costa (una y otra vez)

Después, Pégase 2019 derivó hacia la costa en el golfo de Valencia, hasta tres veces seguidas, siendo re-lanzada hasta en dos ocasiones en el marco de sendos ejercicios rutinarios de entrenamiento de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (SASEMAR).
Ésto pudo deberse a los vientos húmedos procedentes del mar que soplan hacia la costa, los cuales habrían impulsado a Pégase 2019 hacia la península una y otra vez, hasta en tres ocasiones seguidas. Una vez que se adentró en la plataforma continental (es decir, la superficie situada bajo el mar y ubicada cerca de la costa, que se extiende desde el litoral hasta la zona del talud, el cual la separa del mar abierto), las corrientes y los vientos la condujeron hasta la orilla.


Figura 3.- Ampliación del mapa (Google Earth) de la costa levantina española mostrando la trayectoria de Pégase2019 desde finales de mayo 2019 hasta su último varamiento a mediados de agosto del 2019 (línea roja oscura en la Figura 2) y los dos lanzamientos (líneas blancas rectilíneas desde la costa al mar abierto). En ambas ocasiones, volvió a la costa, con mayor o menor velocidad.
 

Coris-2 rodeando y cruzando las Illes Balears

Coris-2 no acabó en la costa sino que derivó hacia el sur inmersa en la corriente Liguro-Provenzal-Catalana, uniéndose posteriormente a la corriente Balear, dirigiéndose hacia el este. Después, de manera inusual, cruzó el canal de Menorca muy cerca de la costa sur menorquina, cuando el esquema general de circulación sugeriría una trayectoria más hacia el norte de la isla de Menorca. Si bien, su trayectoria se ajusta muy bien a las corrientes simuladas por la ICTS SOCIB sobre esta región (ver animación a continuación).


Figura 4. Animación mostrando la trayectoria de la boya de deriva superficial Coris-2 sobre las corrientes y la temperatura superficiales simuladas con el modelo WMOP, desde finales de diciembre a principios de enero del 2021. (Credit SOCIB)
 

No obstante, si bien esa trayectoria es poco común, había sido observada previamente en una boya ODi que lanzó la ICTS SOCIB en la parte norte de la isla de Mallorca en mayo del 2014, como puede verse en el mapa inferior (Figura 5).


Figura 5. Mapa del mar Mediterráneo occidental mostrando la trayectoria de la boya ODi, lanzada en mayo del 2014 por la ICTS SOCIB en la parte norte de la isla de Mallorca (Credit SOCIB)
 

Después, Coris-2 cruzó las Illes Balears y la isla de Cerdeña por su parte sur, sin serpentear mucho.
 

Phébus y Coris: hacia el sur y después girando en el mar de Cerdeña

Con la vista puesta en Coris, a partir de diciembre (después de haber sido relanzada), y en Phébus, se puede ver que sus trayectorias atraviesan la corriente costera principal y el frente Balear del norte (ver el mapa de las corrientes del Mediterráneo, Figura 8). No obstante, en ambos casos, los vientos podrían explicar su alejamiento de la costa. Coris, desde su relanzamiento, y Phébus: la última boya estuvo dando vueltas en el mar de Cerdeña (dibujando una trayectoria similar a la de las tortugas Jess, Jo-Baléares and Vita), mientras Coris escapó de la zona tras un primer y único giro.


Figura 6.- Mapa del mar Mediterráneo occidental mostrando las trayectorias de Coris, desde el 8 de junio del 2019 (línea amarilla) y de Phébus, desde mayo a agosto de 2015 (línea verde). Los giros más grandes coinciden normalmente con colinas o valles del mapa de la topografía superficial del océano (es decir, son eddies oceánicos).
 

Coris y Coris-2: girando cerca de la isla Pantelaria

Ambas boyas, Coris y Coris-2 iniciaron su salida de la cuenca occidental mediterránea a través del estrecho de Sicilia (un canal situado entre Sicilia y Túnez de unos casi 150 km de anchura). Coris dio un pequeño giro en el sentido contrario de las agujas del reloj, cerca de la isla de Pantelaria (una isla italiana que se encuentra en medio del canal) y Coris-2 también lo dió, algo más al norte del anterior. Estudios previos registraron un eddy o giro de carácter estacional en esta zona, presente durante invierno y primavera, aunque su sentido de rotación aún no está del todo claro.
Coris-2 paró de transmitir allí. Coris terminó en el puerto de Trípoli, coincidiendo con la circulación general del Mediterráneo (ver el mapa de las corrientes del mar Mediterráneo, Figura 8)


Figura 7.- Ampliación del mapa (Google Earth) del estrecho de Sicilia (entre la isla de Sicilia y Túnez) mostrando las trayectorias de Coris (línea amarilla) y Coris-2 (línea blanca) cerca de la isla de Pantelaria. Ambas dieron un giro en el sentido contrario de las agujas del reloj en esta área, de acuerdo con el sentido de rotación del vórtice de Pantelaria, como fue primeramente identificado en 2011.
 

Oscilaciones Inerciales

Pégase 2019 y Coris-2 mostraron trayectorias con forma de tirabuzones (es decir, las boyas se movían hacia adelante y hacia atrás como el péndulo de Foucault, https://kids.kiddle.co/Foucault_pendulum) cuando el viento amainaba en el área y la corriente se debilitaba aún más: ésto se debe a las denominadas "oscilaciones inerciales". En este caso, el motivo por el cual dibujan pequeños giros está relacionado con la rotación terrestre, que nunca se detiene. La trayectoria de Phébus también muestra giros idénticos, cada uno con un período de 18-19 horas. Visita el caso de estudio de Argonautica (versión en inglés - La Fille de l'Atlantique driven by the Coriolis force o versión en francés - La Fille de l'Atlantique : sous l'effet de Coriolis-), para aprender a medir el tiempo entre dos giros. En el caso de Pégase 2019 y Coris-2 es más complicado que en el ejemplo de La Fille de L’Atlantique o, más recientemente, de Le Pingouin, probablemente debido a la existencia de corrientes más intensas y vientos, de vez en cuando.
 

Corrientes superficiales en el mar Mediterráneo


Figura 8.- Mapa del mar Mediterráneo mostrando las corrientes superficiales. Adaptado de: http://medclic.es/es/resources/detail/67 (unidad didáctica publicada por el Sistema de Observación y Predicción Costero de las Illes Balears, ICTS SOCIB). La corriente Liguero-Provenzal-Catalana (flechas de color turquesa) es la que hizo derivar a las boyas Coris, Coris-2 y Pégase2019 en las primeras etapas de sus trayectorias. La corriente Balear (flecha de color gris) sobre la isla de Mallorca coincide con la segunda fase de la trayectoria de Coris-2. Entre las Illes Balears y la isla de Cerdeña no hay corrientes de carácter permanente, pero si hay giros (eddies) que presentan una alta variabilidad. Las corrientes de la cuenca oriental del Mediterráneo son las que siguió la trayectoria de Coris, llegando a varar en la costa de Libia. El vórtice de la isla de Pantelaria no está incluido en este mapa. (Credit SOCIB)
 

El mar Mediterráneo es un mar semicerrado que conecta con el segundo mayor océano del mundo, el océano Atlántico, a través del estrecho de Gibraltar. Por esta razón, el mar Mediterráneo se considera un océano en miniatura, donde las corrientes son conducidas por diferentes fenómenos y forzamientos de diversas escalas espacio-temporales: desde la gran escala de la circulación termohalina, que induce las corrientes debido a diferencias de densidad de las masas de agua alrededor del globo, hasta las escalas más pequeñas impulsadas por forzamientos atmosféricos, como las brisas costeras. Este pequeño mar es una de las zonas más oligotróficas- con una biomasa de fitoplancton muy baja y poca producción primaria- en el mundo, disminuyendo hacia el este (ver los mapas de concentración de clorofila-a). No obstante, se encuentran altos niveles de nutrientes y, en consecuencia, mayor abundancia de fitoplancton en las zonas costeras y mayormente en los bordes de los vórtices que giran en el sentido de las agujas del reloj, en el centro de los vórtices que giran en el sentido contrario a las agujas del reloj, y en las zonas de frentes, especialmente en la cuenca occidental.

Algunos de estos eddies son estructuras casi permanentes (es decir, pueden ser observados casi siempre en ese mismo lugar) y los oceanógrafos y las oceanógrafas usualmente le asignan un nombre, mientras otros eddies son más variables (es decir, su generación depende, en último término, de los vientos, la estación del año, etc). Ahora, imagina que eres una gota de agua entrando a través del estrecho de Gibraltar, inmersa en el chorro atlántico y fluyendo hacia el este, adentrándose en el mar de Alborán por la superficie. En este punto, tu temperatura sería de 17ºC y tu salinidad de 36.2 en promedio . Una vez que estás en el Mediterráneao, y después de dar varias vueltas alrededor de los giros occidental y oriental del mar de Alborán, seguirás un recorrido en el sentido contrario de las agujas del reloj mientras exploras las costas mediterráneas de Algeria, Túnez, Libia, Egipto, Israel, Líbano, Siria, Turquía, Grecia Albania, Montenegro, Bosnia, Croacia, Eslovenia, Italia, Francia y España. A lo largo de tu recorrido, te irás volviendo más salada y más caliente (38.9 y > 22ºC en la base levantina, la parte más oriental, ver Ocean Indicators SOCIB) debido al intenso calentamiento y evaporación de la superficie del agua y encontrarás menos nutrientes y menos fitoplancton en las región más oriental. Además, lo pasarás en grande sin parar de dar vueltas alrededor de los energéticos eddies más comunes (con escalas espaciales de 10-100 km; que duran desde días hasta meses) bordeados por corrientes de meandros y chorros que se bifurcan. Después de 80 a 100 años (equivalente al tiempo de la tasa de renovación del Mediterráneo), tu viaje finalizará en el punto de partida, saliendo del Mediterráneo a través del estrecho de Gibraltar pero, esta vez, a mayor profundidad, y como una gota de agua más mayor, más fría, más salada y, por lo tanto, más densa.
 


Mira este video para aprender más sobre el mar Mediterráneo (Credit SOCIB)
 

Más información:


 

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